sábado, 9 de abril de 2011

por ahí afuera el tic-tac no deja de repetirse. acá adentro una pausa constante. eterna. desde hace mucho. pero acá adentro desde hace nada. porque no hay tiempo. porque nada pasa. porque ya desde que puedo recordar todo está inamovible. y aunque sacudiera, tronara y el sol desapareciera, la quietud seguiría ahí, intacta, como desde hace no sé cuánto tiempo para donde todavía siguen los verdes bosques y nada para mi solitario y estático yo.