viernes, 23 de julio de 2010


La lluvia seguía cayendo del cielo, los pájaros volaban tan alto como siempre y el sol continuaba saliendo por el este y ocultándose por el oeste; pero ella no lo sabía. En su mente todo era distinto, por lo tanto también en su alrededor. Una de sus reflexiones explicaba que las cosas no son, todo depende de los ojos de que se las ve.