domingo, 11 de julio de 2010


Aquella noche no llovió, ni apareciste disculpándote, diciendo mientras te sentabas "perdonáme si llegué tarde".
No me abrumaste con preguntas, ni yo traté de impresionarte contando estúpidas aventuras, falsas historias de viajes. Ni deambulamos por el barrio buscando algo abierto, ni te bese cuando la luna me sugirió que era el momento. Tampoco fuimos a bailar, ni temblo un pájaro en tu pecho cuando mi boca fue pasando de las palabras a los hechos.
Y no acabamos en la cama que es donde acaban estas cosas, ardiendo juntos en la chimenea.
Así que no te lamentes de lo que pudo pasar y no pasó, aquella noche que fallaste, tampoco fui a la cita yo.