miércoles, 16 de diciembre de 2009







Dicen que el tiempo pasa volando cuando uno se divierte, y es verdad.
El tiempo pasó tan rápido, desde esas épocas de las cartucheras de tres pisos, de las mochilas de carrito, de polleras largas y pantalones bien planchados, de juegos como la soga, la bolilla y la mancha. Pasó tan rápido que ya estamos preparados para dejar el uniforme y recorrer el mundo de distintas maneras. Con la diferencia de estar preparados para recorrer el camino de la realidad que nos espera, que escapa del cuento en el que nos encontrábamos sumergidos a lo largo de los años que transitamos dentro del colegio.
Lamentablemente al igual que el resto, este cuento también tiene un final, y es el de una de las mejores etapas de la vida, que hoy deja como saldo una gran sonrisa dibujada en cada uno de nosotros, y que al mismo tiempo es el gran comenzar de una nueva, llena de ilusiones, miedos, desafíos, melancolía, aprendizajes y sueños por cumplir. La meta a la que hoy hemos llegado nos entrega el gran premio de no olvidar las vivencias que quedarán marcadas por siempre en el corazón, como los días interminables, las fiestas más divertidas, Bariloche, los abrazos, las peleas y las reconciliaciones, las risas y los llantos, los cartelitos y los machetes, los profesores y los amigos.
Esperemos que el día de mañana, al recordar todo lo que nos llevamos de la escuela, lo hagamos de la manera más sincera, y dejemos atrás lo que en algún momento nos molestó para darnos cuenta que juntos fuimos creciendo y formándonos como personas, porque en todos estos años aprendimos muchas cosas, pero sobre todo aprendimos que cada uno de nosotros es único, y que fue muy importante la presencia de cada uno para hacer posible todo lo que vivimos juntos.

Esta noche nos reúne algo más que recibir los diplomas que dicen que llegó el final de ésta historia, estamos acá reunidos para darle comienzo al segundo capítulo de nuestro cuento, sabiendo que por siempre tendremos un pasado hermoso que nos guíe y nos ayude cuando más lo necesitemos, y amigos fieles que el tiempo nos fue regalando.

Seguramente, el año que viene va a ser muy raro, levantarse pensando que es como empezar todo otra vez. Con gente por conocer, nuevas metas que superar, nuevos horarios y distintas obligaciones, pero sabemos que no va a haber nada que se compare con llegar a las siete y media de la mañana con media cara pegada a la almohada y ver a los demás en la misma condición, no vamos a escuchar las risas más particulares, las quejas más comunes, las mini batucadas, los chistes más malos, los gritos más molestos, los timbres tan esperados, ni vamos a poder disfrutar de esas horas de reflexión que tan tontas nos parecían, aunque en el fondo le prestábamos atención.
En el salón cada uno se distingue por algo en especial, pero entre todos nos distinguimos por ser un curso que después de superar todos los problemas, sigue firme y siempre con ganas de ayudar al que lo necesite, y con el espíritu insaciable de diversión compartida.
A partir de ahora 3º NAT se separa, nuestro tercero desaparece. Cada uno de los que lo formamos tomaremos un camino, algunos coincidirán, otros no lo harán jamás, pero en el corazón y en la memoria de cada uno de nosotros quedaran guardados todos los momentos compartidos.

Tres años bastaron para que chicos de distintas divisiones, algunos amigos, otros apenas conocidos, se unieran, y soñaran el mismo sueño.
Apostamos a que en este futuro tan inmediato que nos aguarda logremos superar todas las dificultades que se nos presenten, y más que nada, no dejar que por nada del mundo se apague la llama de los recuerdos que nos dejó TERCERO NATURALES, a cada uno de nosotros, alimentando su intensidad con nuevas experiencias en cada oportunidad que tengamos de reunirnos y volver a sentirnos el gran grupo de AMIGOS que somos hoy.
Y aunque esto sea un adiós a la mejor historia, no nos pongamos tristes, porque una despedida es necesaria para que exista un reencuentro, que es algo posible gracias al lazo trenzado por todos los maravillosos momentos presentes en nuestras memorias que nos acercan a los amigos al corazón, aunque en realidad estén muy lejos.
Por eso, no digamos un simple adiós, sino, gracias 3 NAT promoción 2009 y hasta siempre.